La Junta de Gobierno desea potenciar aún más la importancia de vestir la túnica de penitencia. La fotografía anterior -de nuestro hermano Manuel Franzón González- recoge una estampa de enorme sentimiento cofrade, el que se produce momentos antes de abrir las puertas del Templo, para iniciar nuestro recorrido por las calles de San Fernando. Sirva esta hermosa instantánea, como reconocimiento a todos nuestros hermanos y hermanas que visten su túnica de penitencia cada Lunes Santo, y como estímulo para que se lo planteen, todos aquellos herman@s que siguen teniendo dudas. Tomemos todos, el ejemplo de nuestro muy querido y añorado hermano Francisco Cruceira (q.e.p.d.), que la vistió durante más de 50 años, como muestra de su enorme devoción por Jesús de Medinaceli y su Bendita Madre de la Trinidad.
Es oportuno recordar, el gran simbolismo que recoge nuestro hábito, retomando unas líneas publicadas en el boletín, en su edición del año 2007.
Capirote: se le suele dar dos significados. En primer lugar, recordar la Pasión de Cristo, al simular la corona de espinas alrededor de la cabeza. El segundo surge de su forma cónica, apuntando al cielo, pues toda la vida del cofrade debe estar enfocada hacia Dios.
Antifaz y guantes: cumplen la importante función de mantener el anonimato del penitente, dando cumplimiento al mandato de Jesús, “que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha”. Antifaz rojo recordándonos la sangre derramada por Cristo y guantes negros al igual que la túnica.
Escapulario trinitario: de la misma forma que Nuestro Señor de Medinaceli, todos nosotros portamos el escapulario trinitario. Este escapulario presenta los tres colores de la divinidad: blanco para Dios-Padre, Azul para Dios-Hijo y Rojo para el Espíritu Santo. En su parte trasera encontramos la S y el clavo, anagrama de “Esclavitud”.
Túnica: a semejanza de la que vistió Cristo, nos identifica plenamente con Él y nos une a su mensaje “id por todo el mundo predicando el Evangelio”. El color negro suele indicar señal de luto, aunque en nuestra hermandad se inclina más por un significado de especial austeridad y severidad.
Cola: la idea más extendida, es que representa los pecados del penitente, pecados que arrastra pesadamente por la vida, mostrándolos mediante este símbolo durante la salida procesional, reconociéndose pecador delante de la humanidad y por lo tanto realizando penitencia por ellos.
Fajín: una de las prácticas penitenciales más antiguas consistía en anudarse fuertemente alrededor de la cintura una gruesa cuerda áspera para provocarse sufrimiento, práctica que todavía se conserva en algunas localidades de España. El fajín representa este sufrimiento primitivo al estar formado por cuerdas finas y apretar moderadamente la cintura. Esparto teñido de rojo al igual que el antifaz.
Cirio: portado por la mayoría de los penitentes, se le suele reconocer un gran simbolismo, representando la Fe que tiene en Cristo, y por extensión al mismo Cristo, al hacer presente sus propias palabras, “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas ... ”. Rojo sacramental en las secciones del Cristo y Blanco pureza en las de la Virgen.
