CRÓNICA E IMÁGENES | ROSARIO DE LA AURORA DE MARÍA SANTÍSIMA DE LA TRINIDAD

El pasado día 4 de mayo, primer domingo del mes, tuvo lugar el tradicional Rosario de la Aurora que nuestra Archicofradía organiza con la venerada Imagen de María Santísima de la Trinidad, que recorrió las calles de la feligresía de la Iglesia Mayor Parroquial.

Nuestra Titular mariana lucía ataviada con manto y saya de terciopelo de algodón pavo real, cíngulo con borlas de oro entre fino de su bendición, donado por D. Jerónimo Frigolet Pérez. Tocado antiguo de lentejuelas y encajes de oro. Sobre su cabeza, portaba la diadema dorada realizada por el orfebre D. Manuel de los Ríos Navarro en 1979.

En su pecho podíamos contemplar la Cruz pectoral en oro y plata y amatistas y la medalla Franciscana, impuesta por la Orden en 1988. De sus bellas manos pendían varios rosarios donados por diferentes familias de hermanos, así como la Rosa de Pasión donada por el Grupo Joven y un antiguo pañuelo de encaje de bolillos donado también por una familia hermana. 

El cortejo contó con una nutrida participación de hermanos, fieles y devotos, que quisieron acompañar en la mañana de este primer domingo de mayo, día de la madre, a María Santísima de la Trinidad.

Como no podía ser de otra forma, nuestro Grupo Joven también participó en este Rosario de la Aurora.

Nuestra Titular, María Santísima de la Trinidad, fue portada por hermanos de la Archicofradía, estando al frente de la parihuela nuestro hermano D. Alberto Moreno Bernal.

El cuerpo de acólitos de nuestra Archicofradía también participó, un año más, en este tradicional Rosario de la Aurora.

Faltaban algo más de cinco minutos para las 09:00 horas cuando María Santísima de la Trinidad cruzaba el dintel de la puerta de la Iglesia Mayor Parroquial de San Pedro y San Pablo y, tras llegar al Altar de Nuestro Padre de Jesús Cautivo y Rescatado, se daba por concluido el Rosario de la Aurora.

Acto seguido, comenzaba la celebración de la Eucaristía a cargo del Rvdo. P. Luis González Rodríguez, Párroco de la Iglesia Mayor Parroquial de San Pedro y San Pablo.

Sirvan estas líneas para agradecer a nuestro hermano D. Francisco Bustamante Morejón el magnífico reportaje fotográfico realizado.