El Prior de la Comunidad de Carmelitas Descalzos de nuestra ciudad, el Rvdo. P. Fray Pablo María Rubio, fue el encargado de oficiar la Eucaristía, y posteriormente nos acompañó durante el traslado de regreso a la Iglesia Mayor de nuestra bendita Madre, la Virgen de la Trinidad.
Durante la Eucaristía de Clausura, tuvo lugar la bendición de una nueva túnica blanca y un juego de dos enaguas que una familia de devotos ha tenido a bien donar a nuestro Titular cristífero, Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado.
Al finalizar la Eucaristía, nuestra Archicofradía hizo entrega a la Directora del Colegio Ntra. Sra. del Carmen (Carmelitas Vedruna), Dª Yolanda Coto, de un cuadro de agradecimiento por su predisposición y colaboración para que se pudiera llevar a cabo este traslado misional.
También se hizo entrega de otro cuadro conmemorativo a toda la comunidad educativa, siendo recogido por Dª Luisa Torres. Así mismo, la Asociación de Antiguos Alumnos Carmelitas de San Fernando regaló a nuestra Archicofradía una imagen en metacrilato de la Virgen del Dulce Nombre.
Pasados unos minutos de las 19:45 horas, comenzó el cortejo a salir de la Capilla del Colegio de Nuestra Señora del Carmen (Fundación Vedruna San Fernando), para enfilar la calle Colón y comenzar el traslado hacia la Iglesia Mayor Parroquial.
Abrían el cortejo la Cruz Parroquial y dos ciriales, seguidos de los niños de nuestro queridísimo Grupo Infantil.
También estuvimos acompañados en este traslado tan especial por la representación de diferentes Hermandades de nuestra ciudad apadrinadas por nuestra Archicofradía en el proyecto "Lágrimas de Vida".
El itinerario que se realizó para el regreso de nuestra Titular a la Iglesia Mayor Parroquial de San Pedro y San Pablo fue el siguiente: Colón, Constructora Naval, San Gaspar, San Esteban, Murillo, La Herrán, Real, Almirante Cervera, Pérez Galdós y Callejón Virgen de la Soledad.
Durante este traslado de regreso se intercaló el rezo del Santo Rosario junto a los sones musicales del Quinteto de Metales "Resonat Brass" de la Banda de Música Agripino Lozano de nuestra ciudad, que interpretó diferentes piezas barrocas.
El cuerpo de acólitos de nuestra Hermandad volvió un año más a demostrar su buen hacer, acompañando a nuestra Titular durante todo el trayecto.
Nuestra Titular vestía ataviada con su saya de tisú de plata bordada en oro y estrenada en el XXV aniversario de su Bendición, y la capa de Besamanos de la Patrona de la ciudad, Ntra. Sra. del Carmen Coronada, gentilmente cedida para este traslado misional. Así mismo, María Santísima de la Trinidad lucía sobre sus sienes la corona repujada y dorada, realizada por el orfebre D. Manuel de los Ríos en el año 1979. Cabe destacar también que la Stma. Virgen llevaba en sus manos el ajuar fruto de varias donaciones de hermanos.
Nuestra Titular, al igual que en el traslado de ida, fue trasladada en una parihuela cedida por la Hermandad del Amor de la vecina localidad de Chiclana de la Frontera, luciendo un juego de cuatro candelabros de guardabrisas que ha tenido a bien prestar para la ocasión la Asociación Parroquial de María Auxiliadora.
La parihuela fue portada por un amplio grupo de hermanos de la Archicofradía, siendo comandada por nuestro hermano D. Manuel Franzón Romero.
Pasadas las 21:15 horas entró María Santísima de la Trinidad en la Iglesia Mayor Parroquial, finalizando este acto con el rezo de la Salve y el agradecimiento por parte de nuestra Hermana Mayor.
Por último, destacar que la Junta de Gobierno está tremendamente satisfecha con los frutos obtenidos en este Traslado Misional, que han sido tanto espirituales, como de concienciación de la importancia de la donación de órganos y tejidos.
